Personajes

Alfonso Diez

alfonso@codigodiez.mx

Dudas en el secuestro de Diego

Diego Fernández de Cevallos, político carismático y controvertido, fue secuestrado la noche del viernes 14 de mayo cuando llegaba a su rancho La Cabaña, municipio de Pedro Escobedo, ubicado a la mitad del camino entre San Juan del Río y Querétaro.

Salió de su casa en la colonia Lomas de Virreyes, Ciudad de México, a las 5 de la tarde, dicen sus empleados, y les informó que iba a comer con unos amigos en Querétaro, que al siguiente día, como a las 3 de la tarde, estaría de regreso. Pero no volvió.

A las 7 de la mañana del sábado 15, un familiar cercano encontró la camioneta de Diego frente a la casa que tenía en el rancho. Estaba con la puerta abierta, con manchas de sangre en el piso a un lado del vehículo, documentos y objetos personales regados. Dio aviso a las autoridades y lo anterior consta en su declaración; sin embargo, los comunicados de la Procuraduría General de la República, que han sido contradictorios, afirman que la camioneta no ingresó a la propiedad.

Por lo que a la declaración del velador se refiere, hay dos versiones: que “escuchó cuando llegó el vehículo”, pero que no vio ni escuchó nada sospechoso, dice una; la otra, que “vio las luces del vehículo” cuando llegaba, pero que no supo nada más. Aquí hay varios puntos que deben analizarse: la caseta del velador está a 300 metros de la casa, ¿Cómo pudo entonces saber que unas luces “que vio” o un sonido de vehículo “que escuchó” a tanta distancia eran de su patrón?

¿Quién abre la puerta del rancho? ¿No la hay? ¿Quién cuida que no entre cualquier extraño? ¿No está para eso el velador?

Fernández de Cevallos había acordado reunirse con su familia el sábado en el rancho, por eso, se supone, llegó la noche anterior. Si salió con ese rumbo de su casa a las 5 de la tarde, debió haber llegado a las 7 de la noche. La PGR dice que los empleados de Lomas de Virreyes fueron los últimos que lo vieron y en sus comunicados informan que llegó a “La Cabaña” a las 11 de la noche del viernes. Para hacer esta afirmación parten de la declaración del velador, que “vio las luces”, o que “lo escuchó” llegar a esa hora.

El dato no es confiable.

No hay respuesta a las preguntas: ¿Con quiénes iba a comer en Querétaro, que está a 40 kilómetros de distancia del rancho? ¿Lo hizo? ¿Estuvo en otro lugar antes de llegar? La camioneta fue descubierta a las 7 de la mañana del sábado, así que Diego pudo llegar en cualquier momento entre las 7 de la noche anterior y esa hora.

Desapareció” entre la noche del viernes y la mañana del sábado. Dadas las circunstancias y el tiempo transcurrido es claro que se trata de un secuestro. La PGR dice que no le puede llamar secuestro porque no han solicitado rescate, lo tienen como desaparecido; pero a Diego, como a cualquier otra persona, lo pudieron secuestrar por muchos motivos, no sólo para pedir dinero por su rescate: por alguna enemistad personal, para intentar “dar una lección” al gobierno, por motivos políticos, pudo ser un asalto y tras la resistencia se lo llevaron.

Lo seguro es que él no se fue solo y dejó la camioneta tal como la encontraron, con rastros cercanos de sangre y objetos y documentos personales tirados. No se ha comunicado, que sepamos, a la hora de escribir estas líneas (noche del domingo 16), así que fue un secuestro, aunque las autoridades no le quieran llamar así.

¿Quiénes lo hicieron? Decíamos dos párrafos arriba:

1.- Algún enemigo:

a.-) Se sabe de enemigos políticos, como Andrés Manuel López Obrador, que le achaca, junto a Carlos Salinas de Gortari, ser el culpable de todos los males del mundo, incluida su derrota en las elecciones de 2006; pero no es creíble que el Peje llegue a tanto. Odia más a Fox y al presidente Calderón y ni así lo haría (creo). Dada la condición actual de Diego en la política, casi fuera de ella, ningún enemigo político ganaría algo con su secuestro.

b.-) ¿Un enemigo personal?: Deudas con él, problemas de tierras, juicios ganados por Fernández de Cevallos o su bufete como abogado, sentimentales… ¿Sentimentales?: Se separó de su esposa por la iglesia para unirse a una jovencita de Arandas, Jalisco, Liliana López Maldonado: ¿Un novio dolido? ¿Alguien cercano a su exesposa? Suena muy descabellado todo.

2.- El crimen organizado, partiendo de tres posibles supuestos:

a.-) Venganza de narcotraficantes: contra un importante elemento panista, como ya lo hicieron en Valle Hermoso, Tamaulipas, con el aspirante a la presidencia municipal de esa población, Mario Guajardo Varela, su hijo Luis Mario y un trabajador, para hacerle saber al gobierno de Felipe Calderón que no van a doblar las manos ante las detenciones y/o muerte de sus integrantes en la guerra sin cuartel desatada contra ellos.

b.-) Para pedir dinero por su rescate.

c.-) Ordenado por “alguien” con objetivos de otro tipo.

3.-) Asaltantes que al ver de quién se trataba intentaron sacar más beneficios.

La investigación apenas comienza. No hay resultados todavía. Ha habido rumores y señalamientos que resultaron falsos: que lo encontraron muerto; que estaba en el campo militar cercano, herido y muy grave; que estaba grave en un hospital de Querétaro, o de Guanajuato. Es el precio que tenemos que pagar por la rapidez con que se difunde la información por Internet.

Diego Fernández de Cevallos Ramos, licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México, cumplió 69 años de edad el pasado 16 de marzo; como miembro del PAN fue candidato a la presidencia de México en 1994 y logró ganar el primer debate entre aspirantes a este puesto, derrotó a Ernesto Zedillo y a Cuauhtémoc Cárdenas, aunque luego perdería con una gran votación de poco más de 9 millones de votos a su favor, multiplicando por mucho los que cualquier otro panista hubiera obtenido antes.

Abrió las puertas y fue la inspiración para que 6 años después Vicente Fox, también del PAN, derrotara al candidato del PRI por primera vez en la historia. En el 2006, la historia se repetiría con Felipe Calderón.

El secuestro de Diego no dejará las ganancias que supone quien lo haya perpetrado, porque contra cualquiera de los supuestos enumerados antes, prevalecerá la condena de la gente pensante, civilizada.

Por ahora, mientras no haya resultados concretos, sólo nos queda el análisis de la información disponible.

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